miércoles, 9 de diciembre de 2009

talento humano en las instituciones educativas

TALENTO HUMANO EN LAS INSTITUCIONES
EDUCATIVA


Yorli Scarlet González

Una de las mejores maneras para poder administrar el talento humano es conociendo el personal identificando sus características sabiéndolo ubicar en el lugar determinado dentro de las instituciones educativas; conociendo y midiendo sus debilidades y fortalezas para así poder romper los paradigmas logrando así el aprendizaje participativo entre el personal de la institución.
Pero pongámonos a pensar si en las instituciones hay participación activa de todo el talento humano que labora en ella o si el director es honesto, empático, integro, creativo para mejorar la calidad y efectividad del servicio educativo a partir de la articulación con la planificación, gestión y desarrollo; direccionados a la capacitación y el aprendizaje continuo que promuevan el comportamiento y el incremento en la calidad del proceso educativo de cada institución.
No cabe duda que en una institución educativa debe haber personal no solo con una aptitud que engloba sus competencias sino también con una capacidad para dar a conocer sus conocimientos, habilidades y destrezas, con un sentido de pertenencia hacia su trabajo, una capacidad de adicción, generación y aplicación para cumplir con sus responsabilidades. Para eso es necesario hacer frente a las necesidades sociales, de la institución y personales.
Por eso la importancia del personal docente administrativo y obrero en una institución educativa es innegable puesto que el personal administrativo le brinda apoyo a las docentes en sus actividades, por lo que las competencias son tomadas en cuenta enfocándose en el desempeño laboral

lunes, 7 de diciembre de 2009

Rol Docente en el Tercer Milenio

Rol Docente en el Tercer Milenio: "ROL DOCENTE EN EL TERCER MILENIO
Se ha llegado a discutir muchas veces entre los más encumbrados pedagogos, y se seguirá discutiendo, si enseñar es un arte o una ciencia. Asunto difícil, diremos, de establecer de forma categórica, porque en ella uno utiliza todos los conocimientos que la “Ciencia de la Educación” nos provee, pero también, utilizamos los conocimientos que nos da la vida, que al fin de cuentas, resulta ser la más grande de todos las ciencias.
Sin embargo, es indudable que enseñar es un arte, que utiliza, como todas las artes, conocimientos científicos cristalizados en leyes. Ahora bien, si en lugar de arte fuese ciencia, ya existiría alguna fórmula para crear una obra de arte como las que hicieron los grandes educadores de la humanidad. Además, a nadie se le hubiera ocurrido semejante transformación de la “formación docente” en particular y del Sistema Educativo en general, en Argentina y en el mundo entero, porque no habría motivo alguno que la justificara.
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar, que no existe una ciencia que capacite al hombre para realizar esta clase de trabajo. Y, si dudamos de esta afirmación, observemos a nuestro alrededor, preguntándonos: ¿Todos los docentes logran el mismo éxito en circunstancias semejantes? La respuesta es una verdad de perogrullo. No, no todos los docentes logran éxitos semejantes en circunstancias semejantes. Pero, además, solemos escuchar que nuestros colegas se quejan del grupo que ese año les ha tocado y, generalmente, la culpa es de los alumnos; que no quieren estudiar, que son indisciplinados, etc... Todas las quejas intentan justificar, en el fondo, el fracaso del profesional"